Es curioso que el viento de la
noche sea tan fresco cuando todo el día ha sido caluroso. En el mundo hay
tantas contradicciones: el día y la noche, el sol y la luna, la integral y la
derivada, son opuestos, pero también son complementarios. Así se pasan todos
mis días. Son constantes contradicciones vitalicias y jamás tendrán respuesta
coherente, como Dios. Sin embargo, las contradicciones son las que regulan la vida,
cada extremo se complementa con su opuesto para generar el balance. Nadie es
totalmente sabio ni estúpido. Mis meditaciones nocturnas jamás tienen ningún
sentido, me lo he planteado desde que comencé a escribir en este blog. Pero hay
tanta incertidumbre en mis pensamientos que ya soy incapaz de formular pregunta
alguna porque me invade la seguridad de que no serán respondidas, al igual que
todas mis dudas adolescentes.
Es confuso también cómo veo a mi alrededor
personas tan centradas en sus sueños y metas, tan claras en lo que la vida
demanda de ellos, tan decididas a trabajar cada día para ser lo que quieren y
yo aquí inconsciente, no sé ni qué esperar o hacer, llevo dieciocho años
inventando pasiones y gustos impropios, la verdad es que no logro identificarme
con nada en absoluto, soy SOLO en esta ciudad, probablemente también en este
mundo. Seres individuales que carecen de empatía con la sociedad. Tal vez sea
lo que mi hermana me llama, un ornitorrinco, tengo entendido que no son ni
castores ni aves, pero el hecho es que tienen una cola de castor y una trompa
de pato. Muy confuso.
Hola noche de Julio, aquí me he
visto frente al ordenador deseando poder realizar algo interesante con mi vida,
las horas de vacaciones veraniegas se pasan volando sin que pueda evitarlo. Mi
tiempo para encontrar un empleo esta temporada se agota en lo que voy
engordando sin hacer ejercicio físico ni mental. Las vacaciones dejan de serlo
cuando estoy encerrado en esta habitación. Mentira, estoy divagando, prefiero
no estar haciendo nada que quemando mis neuronas con ejercicios matemáticos que
no llevan a ninguna parte, excepto el veinticinco por ciento en una nota, pero
de resto NADA.
Tal vez deba contar esa
experiencia que me llevé con Alexis la semana pasada.
Hace dos años que salí de
segundaria, es decir que soy bachiller en ciencias de la república. Un día
normal ejecutando mis rondas diarias por facebook veo la foto de un jovencito
con piel blanca, contextura delgada y cabello liso castaño, bueno más bien alaciado.
Yo de lo más normal miro la foto y la ignoro porque admito que más de la mitad
de mis amigos de facebook son desconocidos. Luego de un ratico viendo mi inicio
recibo un mensaje de un tal “Axel Seik Li”, casualmente es el mismo chico de la
foto y yo me pregunto quién será. Voy a su perfil y amplío la foto con esperanza
de reconocer el rostro y en efecto lo hice, era Alexis Araque, uno de los
tantos chicos feos y anormales que estudió conmigo en los dos últimos años de
bachillerato, realmente el chamo era horrible, tenía acné en toda la cara, era
un poco alto y súper delgado, era el carajo con menos sex appeal del salón,
nada de músculos, se me subía el ego cuando estaba a su lado, cero talento, no era bruto pero tampoco se destacaba en
ninguna asignatura, para mí era el típico chico equis. Al verlo me sorprendí.
Se veía totalmente distinto, como si alguien con buen gusto se hubiese
preocupado en comprarle ropa y plancharle el cabello, porque originalmente su
cabello no es lacio, de hecho es muy ondulado como el mío, veo que hizo un
poquito de ejercicio y claro una vez que sales de Anaco las marcas del sol se
van de la piel. Su aspecto en sí es mucho más saludable y amigable, gracias a
Dios y bien por él. Por la calidad de la fotografía no logré descifrar si ya no
tenía acné, pero debo confesar que cambió para bien, estéticamente. Hablamos
por unos instantes y me comenta que se mudó a Caracas a estudiar Contaduría
Pública en la UCV. Me alegré por él y me despedí como suele hacerse después de
una cordial charla propia de dos hombres que no se aman ni comparten un interés
mayor al de la historia, otra vez gracias a Dios. Sí, el tipo sigue tan
arrogante como antes, se cree la última pepsi.
Luego de aquel chat me puse a
reflexionar y a repensar en lo diferente que luce la gente, no por sus cambios,
sino por su apariencia física. Lo que quiero decir es que jamás vi en Araque
sus verdaderos colores, lo que realmente significaba su personalidad o sus
gustos, me limité a ver su exterior, jamás lo conocí en dos años académicos,
pero en ese chat de minutos siento que logré conectar con lo que él significa,
con lo que cumple en este mundo y en este país específicamente.
Medité –más bien intenté meditar,
con fracaso- y no pude hallar mi significado, no pude conectar con mi alma. ¿Es
eso posible alma gemela? Dime que no y seré feliz.
No es fácil pensar y sobre todo
no es fácil seguir la línea a la que lleva ese pensamiento, las ideas me
parecen desordenadas –al menos en mi cabeza-. La semana pasada terminé de leer “Sputnik,
mi amor” y, al igual que la mayoría de las novelas que leo, me identifiqué con
uno de los personajes, en este caso con Sumire, aunque yo no anhelo ser
escritor ni novelista con tanta pasión como ella compartimos algo y es el
estancamiento –si es que se puede decir así-, las ideas en desorden que suben o
bajan a la cabeza pero que no logran ser plasmadas en letras por falta de
palabras precisas, porque lo arduo de escribir es tomar las palabras correctas
en el momento indicado y de la manera adecuada. No se logra escribir una buena
novela sólo estudiando letras, sino relacionando todo el conocimiento en redacción
y escritura con las emociones y sentimientos humanos, he ahí la huella y el
arte de cada escritor. Como diría mi profesora de literatura universal,
cualquiera puede escribir pero no cualquiera logra hacerlo bien. Personalmente
me incluyo en la categoría de primitivista, aquellos que escribimos sin técnica
ni razón, sólo inercia. Soy de los que no sabe escribir bien, quizá sea por mi
falta de conocimiento, por mis bajas calificaciones en el castellano o por mi
bajo nivel de lectura.
Como sea, el comienzo de estas
vacaciones me está generando una expectativa patética. Debo hacer cosas
distintas para cambiar mis vacaciones, ya no quiero que mis vacaciones sean
normales. Es tiempo de volar. Siento haberte hecho perder tu tiempo.
Por cierto me encanta esta frase:
<<Everybody´s got a dark side. Can you
love me? Can you love mine? >>
Dark Side – Kelly Clarkson.