Me encuentro en un nuevo día. Como en la
última escritura también escucho “cambié de nombre”. Aún no he terminado de
leer el libro de cuentos de Julio Cortázar que me conseguí en la pequeña
biblioteca de mi tía Marielys. En estas vacaciones rompí mi récord en libros
(no he sido muy dedicado a la lectura), no sé cuántos y la noche me impide
querer recordar la cantidad exacta. A mis 18 años tengo tantos sueños
frustrados que me siento matusalén, pero confío en el éxito venidero y refugio
mi fracaso en las altas expectativas de mi niñez, realmente creía que la vida
era más fácil, pero es precisamente ésta quien me demuestra lo equivocado que
estaba y sigo estando… Porque a mi visión la vida es bastante sencilla pero mi
nivel siempre ha estado por debajo del indicado como mi estatura: mido 1,65cm.
No he conocido un escritor, no he conocido a
una escritora, no he besado a una escritora… cuántas cosas he dejado de buscar.
Mis silencios cada vez son más largos y mi dificultad para recordar las
palabras de mi vocabulario aumenta con el tiempo. Todo nos maltrata, hasta lo
que nos causa placer. Inaudito. Si alguien me hubiese dicho que pasaría el
tiempo escribiendo… realmente lo hubiese creído. Sonará incoherente pero
siempre me ha gustado escribir y expresarme, no así siempre leer y apreciar
otras obras. Tal vez no tengo la calidad de espectador, me cuesta entender a
las personas, no tengo esa sensibilidad humana de la que los más cultos se
jactan. Pero sí siento como cualquier ser vivo… Sí, soy un ser vivo o al menos
eso indica la ciencia. Pero aunque soy tan callado y puede que tímido, de pocas
palabras, me gustó escribir desde pequeño sin embargo no lo llevé a cabo por
más de un día debido a mi carencia de vocabulario y vida, porque aunque me
muevo siento que estoy muerto, más bien estaba, así mismo, estaba muerto. No
soy tan bueno en la música, me cuesta escuchar, sin embargo amo reproducir
sonidos y cantar, me lleva a un lugar personal, tal vez sea mi corazón o mi
mente (si es que estas dos cosas no son la misma), yo en mi ignorancia disfruto
como todos los ignorantes. Es por eso que canto en este momento “la misma
distracción” (el disco ya va por la pista 5 y la repetiré una vez más.
Extrañamente me aburrí de estar despierto (es
puro sarcasmo, verdaderamente es lógico y cierto) y me preparo para dormir. Tal
vez sea mi penúltima noche en Anaco. Mi ciudad cómo te extraño, aunque Anaco es
una fiel amante y una muy satisfactoria. Debo regresar a mi hogar. La rutina me
ha malacostumbrado. Qué triste aunque delicioso. Esta canción dura 2:32 minutos
y es muy rica, se llama implosión y pues es del disco de viniloversus.