domingo, 29 de abril de 2012

Nada es para siempre (MADURA PETER PAN)

Fuimos lo que fuimos y jamás olvidamos lo que no queríamos ser.
Comenzaste a reprochar cada paso que daba, nada te importaban mi felicidad o mis incomodidades.
No quiero escuchar más las tristezas que quieras contarme, acéptalo; ya es hora de crecer Peter Pan.
No negaré que fue el más grande placer haberte conocido y tener todo tu cuerpo entre mis dedos.
La guerra no es la que comenzamos, sino la que nos separó. La distancia junto con el silencio se convirtió en nuestra primera necesidad.
Y simplemente no es que se nos haya acabado el amor o la camaradería sino que jamás fuimos iguales, ni siquiera parecidos y en algún momento tenía que romperse nuestra relación, pero está bien, la vida debe ser así, yo siempre te recordaré mas no te echaré de menos. Nadie tiene que ceder su propia felicidad para alabar al otro. Ha llegado el momento de dejar a un lado la filosofía romántica de que el amor dura para siempre. Sapegato. Así no debe ser, nada es para siempre y la rutina no debe apoderarse de ningún ser vivo. YO no seré la excepción que confirme esa regla absurda.

Tiempos que no vuelven

Cualquier tiempo pasado es mejor que el presente; cuando solíamos gritar desaforados para librarnos de contar y seguir escondiéndonos, cuando más valía ensuciarse con la tierra y abrirle todos los huecos posibles al pantalón que un PSP o un Xbox360. Los días de gloria suelen pasar en lo físico pero sus recuerdos no dejarán la mente jamás, es un tatuaje dibujado por la dicha. Aquel dolor abdominal de tanto reír, así como el de las piernas de tanto correr, ambos se quedan en la mente y aunque no son reales son recordados por nuestro ser consciente. ¿Recuerdan, Sofía, Andrés, Juancito? Cuando jugábamos pote - pote o quemados, nos divertíamos golpeándonos y devolviéndonos los golpes, con olor a mono hasta en el cabello. Sofía siempre era la que no quería ensuciarse el vestidito, siempre temía arruinar la obra maestra que su madre hacía con su cabello y los ganchitos rosados que amaba comprar en el mercadito del centro. A la final siempre terminaba cediendo a nuestras largas súplicas, ¿recuerdan muchachos? Y es que no podíamos ser pandilleros sin una fémina, esa era la belleza del grupo, era lo sutil entre un trío de cavernícolas. Con sus manitas blancas y sus uñas pintadas de brillo escarchado, siempre me daba un manotazo en la cabeza cuando le lanzaba un cumplido, desde el principio supe que las mujeres son más complicadas que las teorías newtonianas, ¡y cómo pegaba de duro esa condenada!, la cabeza me terminaba roja. La protegíamos como a nuestra hermanita bebé. Que nadie se atreviera a meterse con Sofiíta porque le iba mal en el recreo. Una vez Sofi vino llorando porque Carlitos le había echado punta de lápiz en el cabello frente a todo el mundo. ¡Pobre Carlitos!, desde ese entonces creo que jamás volvió a tocar el cabello de una niña luego de semejante paliza que le dimos. Andrés siempre era el más peleón, no aguantaba dos pedidas para arremangarse la camisa, por eso me encantaba estar con él, prácticamente hacía el trabajo sucio. Un día la señora Rodríguez vino a mi cumpleaños, apenas tenía una semana de mudada al vecindario, con su hijo entre las faldas. Recuerdo que tenía una caja envuelta en papel de regalo y se lo entrega a Andrés para que me lo diera. Qué carajito más pendejón, pensé. Con esa camisita hasta el cuello que daba la impresión de estar asfixiándose, los pantalones hasta el ombligo y zapatos más lustrados que trompeta de trompetista. La cara de Andrés era un vacilón la primera vez que le miré, me observaba como si lo fuese a morder. El cabello ridículamente peinado con esa raya en el medio y el rostro lleno de pecas. Luego de que al fin me entrega el regalo lo abro con aquella emoción y al ver que era un balón de una vez quise jugar contigo Andrés. Ahí me di cuenta que las apariencias engañan. Con esa pinta de nerdo jamás creí ni hablarte. Desde esa tarde nos hicimos amigos. Me acuerdo cómo te sacabas la camisa del pantalón para correr con el cabello todo alborotado. ¡Quién te viera y quién te ve! La cara negra de tierra me hacía tanta gracia que me burlaba en frente de ti. Esa tarde también estaba Juan en mi casa. Fue el primerito que llegó, siempre lo era en todas las fiestas. Desde que entraba al lugar hasta que se iba no dejaba de visitar la mesa de pasapalos. Era un gordito sedentario, era el más lento del grupo. Cada vez que hacíamos una travesura y nos tocaba huir de inmediato, nos descubrían al ver a Juan tratando de alcanzarnos el paso. Con sus cachetes ruborizados y sus aparatos en los dientes; nunca entendía nada de lo que decía. Aunque era quien tenía menos aptitudes físicas era quien nos unía en nuestras discusiones. Su filosofía pacifista, en extremo fastidiosa, me hacía aceptar sus condiciones para que se callara. De todos era el que más pensaba las cosas, podría decirse que era el más maduro, siempre sacaba A en todas las evaluaciones, exceptuando deporte, claro. Guardaba en su mochila provisiones de gomitas ácidas y chicles de canela. Yo sabía que particularmente los viernes siempre traía chocolate de leche y lo agarraba en el baño para que compartiera conmigo.
Esos tiempos son inolvidables, tantos sabores y tantas luchas que pasamos y sobrevivimos juntos. ¿Recuerdan el primer día de bachillerato? Todos con la chemise azul jugando y escondiéndonos de los de diversificado que siempre nos querían quitar la comida. Esos idiotas.
Los tiempos han cambiado, ya no estamos tan unidos como antes. Por ejemplo me gustaría saber si Sofi aun usa vestidos de satén y faralaos, si aun tiene esos peinados abstractos en la cabeza o si aún conserva la risa graciosa que la caracterizaba, imagino que en Nueva York la gente se ríe. Andrés, ahora que eres boxeador tal vez ya no tienes ni un chance para llamar. Lo comprendo a la perfección. Entre peleas y hospitales se te debe ir el tiempo sin darte cuenta. Me pregunto si todavía conservas tu raya en el centro del cabello, tan europea. Cuántos cinturones has de acumular ya. ¡Ah! Por supuesto Juancho siempre está ahí, en la red conectado. Se puede encontrar en todas las redes sociales o juegos de plataforma mundial. Creo que se hacía llamar JohnDA. Increíble cómo ha avanzado la tecnología. Para hablar con los hijos ahora es necesaria una cuenta en el play station. Hemos reemplazado las visitas por emails y tweets. Y yo aún no he aceptado que ya el mundo que conocía no es el mismo, que ya carece de importancia hablar porque nadie escucha. Las frases de cortesía se han extinguido. Cada vez son menos los niños que juegan sin aparatos electrónicos y deben ir semanalmente a un psicólogo porque se sienten solos y deprimidos. ¿A dónde vamos a parar? ¿Qué será de nuestra especie? Por favor, díganme que aún no he muerto porque quiero que exista una vida distinta, porque la emoción y la felicidad real no deben morir. La electrónica desde su descubrimiento ha sido un arma de doble filo. ¿La usaremos o dejaremos que ella nos use a nosotros?

lunes, 16 de abril de 2012

Remembering Lovely Death (Part 2)

Se dirige a la cocina deprisa con pasos torpes, antes de llegar se tropieza con una silla, próximamente se pone en pie y continúa su recorrido.
Luego de buscar, toma con decisión el cuchillo con mango de metal, el más afilado.
Introduce los pies en sus zapatos, toma las llaves de la puerta y se adentra en la penumbra de la noche.
Pasa con la cara dirigida hacia abajo sin hacer mayor caso a los chicos y prostitutas dispuestos en esa noche. Comienza a planear y se regocija con ingenuidad. Tan tierno al caminar en busca de su amado. La misión: permitirle recordar en el último polvo la cúspide de su amor. Matar es una necesidad, el miedo es quien mueve, echa a andar la mente humana. Lo saben los policías, investigadores y todos aquellos que lo han empleado para hacer recordar evidencias.
Dichoso de encontrarse de nuevo con su amante, ignorando su estado, sólo pensando en su amor y envuelto en el egoísmo del mismo.
Llega al callejón donde tantas veces había estado en compañía de su castigador. Lo encuentra tirado en el suelo. Impaciente y contento atraviesa la oscuridad. Comienza a tocar la cabeza de su querido esperando respuesta, listo para ejecutar su plan. Éste intenta hablarle, pero lejos de entender una palabra, toca sus labios.
-         No necesitas hablar, sólo mírame y siente mi cuerpo mientras te ato las manos. ¡Shh! no necesitas saber lo que hago, sólo compláceme como siempre.
Comienza a quitarle la ropa y tras acabar se desnuda él también. Lo besa con alivio, como si hubiese esperado toda su vida por ese beso. Toca su pecho y luego comienza a acariciar su pene con sus manos. Le murmura algo al oído y acto seguido se monta sobre su hombre borracho. El pene que tenía en las manos ahora está entre sus piernas dentro de su ano. Gime con placer luego de dar pequeños saltos con sus glúteos sobre el cuerpo del mortal.
Le grita palabras que no logro distinguir, mis ojos no pueden creer lo que ven, un acto en su totalidad sicópata, pero tan tierno y puro como el mismo cielo en primavera.
Luego de haber acabado, el chico sale del cuerpo de su amante y cae al suelo. Toma su pantalón con apuro y sostiene algo brillante entre sus manos. Le brinda un beso francés a su acompañante sexual y con determinación clava rápidamente el cuchillo sobre su estómago. El hombre se queja mientras el chico sigue dando varios ataques al cuerpo, la sangre comienza a derramarse por todo el callejón. Se detiene con el arma al darse cuenta de la muerte apoderada de aquel cuerpo musculoso manchado de rojo. Ahora suelta unas risitas nerviosas y besa nuevamente al cadáver con ternura. Toma del bolsillo de su pantalón un arma de fuego y se la pone sobre la sien. Hala el gatillo y cae casi de frente sobre su amante difunto. Con miedo me marcho y me doy cuenta de lo embelesado que me encuentro.
La tragedia es tan reconfortante; sin duda la muestra más noble de amor. Comienzo a redactar mi novela. Me resulta fácil escribir a medianoche con el alma contenta. Me desnudo y me dispongo a mi labor con una taza de café a mi lado. Puro placer en mi mente. De ahora en adelante todo lo por venir es perfecto.

…Hurtblood…

Remembering Lovely Death (Part 1)

Puesto sobre su cama con el alma abierta, recordando momentos en los que la felicidad tocaba con delicadeza, los besos que humedecían sus labios en las noches invernales, la mano a la que se aferraba para no caer al abismo. Asimismo su fuente de calor corporal ya no se encuentra, la soledad toma control en su apariencia y en sus emociones.
No es agradable vivir sin protección, antes creía que estaría mejor sin los golpes que me proporcionabas, que podría prescindir de las palabras que forjaban mi carácter y me ponían en pie sobre la realidad. La fuerza de tus manos ebrias que marcaba mi tez. No es agradable dejar de sentir.
Siento tus dedos rodear mi cintura fuertemente mientras te introduces en mi mundo sombrío. Los roces que me suministras, mas que dolorosos son placenteros. Sentir fluir tu vitalidad en mis agujeros negros es algo especial, mente que se alimenta de palabras y gemidos halagadores. Mi cara refleja todo lo que mis palabras no son capaces de describir; tus venas entrando en mi cuerpo. Somos uno en el ahora, nada más cabe entre nosotros.
Recuerda esos momentos en los que nos disponíamos a gritar hasta quedar roncos, arriesgados en nuestra juventud, la ignorancia nos hacía felices, sin nada de qué preocuparnos,  sólo tú y yo en amores superiores. Todo vértigo era encanto mientras apretaras mi mano.
Tu nombre por siempre estará marcado en mi cuerpo. Mi mundo jamás volverá a ser como lo era. Creo firmemente en los hechos y no en tu memoria. Cualquier tiempo pasado contigo es mejor que el presente sin ti. Recuerda cariño, vuelve a lo irracional y aférrate al amor. No te dejes olvidar lo que jamás va a repetirse, tú y yo merecemos la dicha eterna, juntos como desde el principio, tal como debe ser.
Sólo necesitas recordar tus sentimientos, como yo en esta noche. No te permitas alejarte de quien te hace feliz.
No estés triste, porque aunque no puedas recordar sé que tu inconsciente deseo es que permanezcamos juntos hasta la muerte, así como me prometías.
Aunque mis brazos estén cansados de aguantar tus palizas y morados de tanto golpe, mi voluntad es mayor que mi cuerpo, yo haré todos tus deseos posibles. Esta noche recordarás en tu último aliento la dicha de ser amado.
Ahí estás, tendido en el suelo, tu aliento tan repugnante y seductor.
- No necesitas hablar, sólo mírame y siente mi cuerpo mientras te ato las manos. ¡Shh! no necesitas saber lo que hago, sólo compláceme como siempre. ¡Sí! Déjame desnudarte para curar tus heridas, yo también prescindiré de ropa alguna, no es necesaria en la intimidad. ¡Qué ricos labios, amor! Extrañaba tu carne en mis manos, mis dedos enredados entorno a tu falo firme. Ahora cierra tus ojos, trata de relajarte y comienza a recordar. Déjame a mí ocuparme de todo, sí, esta vez seré quien esté arriba, tu sólo mantente amándome mientras me balanceo sobre ti. Así es, deja fluir tu deseo dentro de mí, que tu pene sea el que haga contacto con mi interior.
-¡Hijo de puta sigue así! ¡Ahhhhh! ¡Siiiii! Jódeme maldito. ¡Maldito! ¡Qué rico! ¡No termines nunca! - <<Así es, al final moriremos juntos con el cuchillo que he traído en mi pantalón>>.


…Hurtblood…

Blue Jeans

Blue jeans, camiseta blanca, casi pude dejar mi mandíbula tirada sobre el suelo. Disimular era muy arriesgado, me costaba parpadear, las proporciones de atracción eran épicas. Pero tú, tú tenías conciencia del efecto sexual. Mi mirada revelaba el afán de acercarme, mis pies ya no me equilibraban. Mis ojos ardían en el fuego de tu sensualidad. Era como la perfección física retratada en los escenarios hollywoodenses, la pasión oculta entre piel suave y blanca. Tan fresco a la muerte y tan destructivo como el cáncer, pero delicioso como agua en días de verano. Tal mango tropical, un sabor dulce y regocijante. Tal café en pleno invierno y a la vez como la droga: placentero y destructivo.
Con ese estilo rebelde que encaja en mi tranquilidad mejor que mi suéter favorito, entra friccionando las paredes de mi orgullo. Siempre se me ha dicho que el amor es cruel y hiere cuando menos te lo esperas, como aquel diciembre en que nos conocimos, donde la flecha me atravesó sin piedad y los gritos de Cupido maldecían mi destino.
Mas cuando se tiene lo que no pertenece nada más queda aferrarse, imponerse como amo y señor, privando de cualquier libertad que pueda matar al amor, siendo tan malvado como se puede, con neto egoísmo pero con gestos doblegados y besos mojados.
Grandes sueños que comienzan a tejerse en una sola parte de la relación, mientras que la otra parte obedece a su agresor mientras comienza a planear su partida a lo anhelado, a rehacer su vida en libertad, sin más opresiones que las autoimpuestas.
Dijiste que tenías que marcharte para pensar, mientras que yo aprendí a pronunciar “por favor” y mis rodillas sintieron el suelo, ¡humillante!, no es necesario el dinero en soledad ni la vida en la enfermedad. Y así le permití dejarme en domingo, con la promesa de regreso. Me quedé esperando, previniendo sus planes y creyendo en sus pactos, pero realmente sé que él estaba experimentando, interpretando papeles en un juego que desconocía y recuerdo su postrera palabra: volveré; y fue lo último que escuché.
Pero tú sabes algo: te amaré hasta el final de mi vida y podría durar así millones de años. Prométeme que incluso lejos recordarás que eres mío. Ojalá pudieras ver mis ojos a través de las lágrimas, seguro te arrepentirías de ocasionar tanto dolor. Te amo más que todas esas perras acosadoras y tu conciencia bien lo contempla. Dime que no olvidarás mi existencia.
Juré que sin importar a donde fueras yo te acompañaría, pero fallé dejándote cruzar esa puerta, una parte de mi murió cuando me dejaste. Te insistí que quería más, pero a ti jamás te importó mi corazón, sólo quiero regresar el tiempo y que bailemos toda la noche como antes, pero esta vez detenernos antes de que desaparezcas de mi lado y me borres de tu memoria, sólo necesitas recordar: te amaré hasta el final.

…Hurtblood…

domingo, 8 de abril de 2012

Poem in whore


El amor no se encuentra en mis palabras, las demostraciones de afecto sólo se limitan a un apretón de manos
Mi voz carece de belleza, de emoción, ¿quién podría querer escuchar hablar a esta boca tan torpe?
No es fácil estar en la sombra ¡qué vida la de los feos!
Nadie es perfecto, pero en esta línea no me gusta estar tan cerca de la frialdad
Me congelo en mis pensamientos, llego a la grava de soledad donde mi refugio se levanta fuerte e impenetrable
Soy único, solitario en esta autosuficiencia, sin cuartada ni verdades
La mente me juega las pasadas atroces de la morbosidad, no tengo dignidad, no merezco las miradas, dejen de sentir miseria hacia la existencia que me apropia, quiero desaparecer por completo, es preferible no vivir a vivir muriendo
Estar solo es la daga que me atraviesa de la cabeza hasta ambos pies
Soy quien se siente por ti, mas no has entendido nuestra atracción, no es fácil, ¡dímelo a mí!

Entender es siempre imposible
No es fácil recibir el desprecio de la sociedad que se complace con la desgracia normal, la unidad en el sufrimiento
La libertad es utópica, como el amor, los labios rojos son envidiosos, la sangre no es vida es muerte porque cuando se va te arroja a la tierra sin ninguna consideración
Recuerdo los momentos que no hemos vivido,  flashforwards donde puedo expresar palabras que desconozco mientras presiono tu cuerpo con mi existencia
Agridulce placer de sentirme tenido, de llegar al libido ideal
Tus pechos tras mi espalda, mi cuerpo entre tus dedos fuertes y suaves, tu elegancia en la desnudez ideal y la rectitud de tu valioso atributo entre mis piernas, tanto poder introducido en una piltrafa de organismo, con una desfigurada mandíbula que ayuda a la dilatación de mis pupilas, mis ojos cerrados pero en constante observación a tus bondades genéticas
Mi cuerpo, terminar de existir pero vivir sobre tu belleza frontal, dejo caer mi lomo cargado para volverme a elevar a lo más sagrado del 33, siente tu rudeza entre mis entrañas, yo el roce de tus venas, el toque de tu piel, el cosquilleo de tus vellos azabache, fluye dentro de mí la blanca energía, de la vida que no será fecundada, terminará siendo lo que es este mundo: muerte sin propósito pero presente en tiempo y espacio
Se hace imposible detener el dolor, en mucho placentero. La suciedad que ¡cómo ha sido pura al limpiar todo mi interior!
Seguro de lo especial que me hace, sé que soy de los pocos hombres en disfrutar del placer netamente masculino. Nosotros, sodomitas
Nos hemos conformado con ser los esclavos, con otorgar el placer fálico sin recibir un poco a cambio, nada es perfecto ya lo sé, pero en ese momento mi mente me llevó a imaginar la perfección, lo que jamás ocurrirá, y es esa la cereza del pastel, la perfección que radica en lo imposible, en lo que no está cerca de suceder jamás
Mientras tanto vivo en este sueño ácido, en donde la felicidad no es posible sino es sin la razón, la consciencia es la mayor restricción humana, es quien nos subleva y doblega nuestros deseos juzgados, escondidos en el cofre de la muerte.

…Hurtblood…

viernes, 6 de abril de 2012

Padres y mis consejos

Desde los comienzos de la adolescencia al tener esas disputas épicas con nuestros representantes todos tenemos la ilusión de ser adulto joven, sin nadie que te diga qué hacer o prohibirte todo lo que te gusta; claro, sin esas arrugas en la piel, ni hijos, ni achaques, con libertad de ser quien quieras mientras puedas. La perfecta combinación entre fuerza (juventud) y sabiduría (vejez).
El sueño de cumplir los 18 -en América Latina se es mayor de edad legalmente al cumplir  18 años- no necesitas permiso para viajar solo, ni para que te den un empleo, puedes entrar legalmente a la discoteca, al casino, comprar videojuegos violentos, etc. ¿Pero realmente somos tan libres a esa edad? Es decir, nada se compara a esas comodidades que se tienen con proveedores (padres, abuelos o cualquiera que te mantenga).
Ya al ser adulto no vas a tener la desfachatez de estar escribiendo carticas al niño Jesús en Navidad. Uno se comienza a restringir a la hora de pedir dinero. Ya cuando te mudas tienes que mantenerte, conseguir empleo, seguir estudiando si se puede, lavar la ropa y comprar la comida. Se comienza a notar que no es tan fácil ser adulto. Claro ya no tienes que comer las ensaladas obligado, puedes fumar, beber o tatuarte si te da la gana, pero también hay que recordar el presupuesto que se tiene y todos los gastos para vivir en esta sociedad: la electricidad, la medicina, el agua, el gas, comida, ropa, transporte público o gasolina, internet, etc.
Al llegar a una situación de racionamiento te das cuenta de cuánto extrañas a tus viejos, quien te haga la comida, te lave la ropa, te diga que no comas tanto para no engordar, etc.
Coño, y recordar todas las peleas que se tenían y ¡voilà!
He ahí el punto al que quiero llegar, se nos va la juventud discutiendo con nuestros parientes y me pregunto: ¿no pude haber evitado todas esas riñas? ¿Eran realmente necesarias?
Y analizado toda la existencia en compañía de mis progenitores hice una mínima lista de acciones que son beneficiosas al máximo:
1.               Dar las gracias: coño, ellos lo repiten y lo repiten pero uno no les presta atención, ese “di gracias”, tan fácil y olvidado a la vez. Cuando te prepara la comida y tú ni un halago le dedicas a tu madre, dar las gracias es esencial, los padres te ven educado y se sienten orgullosos, ellos mismos se dan la palmadita en la espalda porque sienten que han hecho un buen trabajo y es tan simple como “gracias por los zapatos, están bonitos” así sea la vaina más horrenda del mundo, “gracias mami por la comida” así tuviese sabor a zapato quemado, ella te lo agradecerá y te querrá recompensar para escucharlo más. Dar las gracias evita esos roces innecesarios, además que comprende una norma esencial en las buenas maneras y la etiqueta social. Está comprobado.

2.           Hacer algo inesperado: los padres siempre creen saber todo, por eso es mejor dejarles saber que no es así, haz algo que no se imaginen, algo bueno por supuesto ¿qué se yo?: Un desayuno, una cartica, un dulce, una ayuda a limpiar voluntaria, una película, etc. Con una de estas acciones te metes a tus padres en el bolsillo.


3.           Decir "sí": eso se conoce desde la prehistoria, así no le hagas caso y emplees la popular frase se-me-olvidó, decir SÍ les quita cualquier tipo de estrés mientras te abre el camino para el último y más importante paso.

4.           Pide el permiso: a veces se siente como darles el poder de tus acciones pero es inverso, realmente te estás adueñando de la situación. Pedir permiso para llegar a una hora te dará más madurez y comprensión por parte de tus padres, te verán responsable y considerado, sentirán confianza en ti y es obvio que te darán el permiso (si no has hecho algo malo pues).
Y esos fueron mis simples 4 consejos para convivir con los padres sin cometer algún homicidio, lo más sencillo de hacer con resultados inmediatos y bastante positivos.

Saludos atmosféricos.

…Hurtblood…

miércoles, 4 de abril de 2012

Una tarde en el pasillo

Sí... Y llegué al pasillo de mi lectura habitual sin mi libro, algo pajúo ¿no? Encuentro a los freaks que estudiaron conmigo en el primer y segundo semestre. ¡Así es! Estoy en la universidad y mis niveles de decadencia van en aumento. Me pongo a un lado de ellos, ¿50 centímetros tal vez? lo adecuado para mí.
Como de costumbre no entendí nada de lo que hablaban, muchas veces los admiro, viven en su mundo ajeno a lo real, pero no viven solos, hecho que me hace dudar de lo ficticio en estos mundos geeks; pues al estar tantos sujetos desadaptados e involucrados pienso que es algo real y palpable, en caso de asemejarme con alguien me podría parecer a ellos, claro aún está lejos de suceder.
Mi ignorancia, junto con mi torpeza para los videojuegos y mundos imaginados, es apreciable. En este campo mi imaginación es la de un coco seco.
No entender una palabra de lo que dicen pero sí captar lo que sienten, en eso me identifico con ellos, son felices al compartir lo común, intercambiar sus opiniones y tarjetas de magic. Muchas veces envidio su frikismo. Es lo que quiero, dar a conocer mis pensamientos y que no sea ajeno a los demás, identificarme con otros y ellos conmigo, esa vital retroalimentación que te da y te hace entregar lo que creas en la mente.
Los respeto burda, son extraños pero son muchos, son capaces de ser ellos mismos, relacionarse, y a la vez  ser quienes quieren en un mundo paralelo virtual, pero yo no soy ni la sombra de lo que deseo, o sea ¿quién está debajo en la pirámide social? Respuesta obvia ¿no?
En fin, me alejé porque esta cara de ponche cuando se escucha tantas palabras desconocidas llega a incomodar, acto seguido caminé hacia arriba y me pregunté: ¿Por qué no cantar en el baño de varones? Puse mi teléfono a reproducir la canción más normal que tengo: “Born to die” de Lana del Rey.
Al tararear antes de cantar para seguir la reproducción me imaginaba las caras de burla, de impresión, desagrado, desdén o preocupación que pondría la gente normal.
Algo fuera de lo común pero interesante y en ese momento fui feliz porque me atreví a hacer lo que quise sin importarme la opinión de la gente.
Me acuerdo y me rio a la vez que me enorgullezco.

…Hurtblood…

Pathetic

Solitario en esta habitación uno se dispone a pensar en hacer cualquier vaina pero, lejos de encontrar actividad, pensar güevonadas es la opción más viable.
Reflexionar en los planes o más bien deseos infantiles que realmente no eran de nosotros sino impuestos por padres preocupados, la sociedad, la profe del colegio o la televisión.
Repetidas ocasiones me he preguntado por ejemplo cómo es que teniendo una personalidad tan sicópata jamás he cometido un homicidio directo hacia cualquier humano, y mira que sí he tenido el odio suficiente como para tomar un cuchillo afilado y clavárselo a cualquier infeliz sin importarme su sexo o posición social, no sé si han sido todos esos valores religiosos que me impuse a mí mismo con ayuda de las iglesias legalistas a las que me he entregado desde la infancia o simplemente la inercia a lo bueno; mi subconsciente de niño correcto.
Soy tan diferente, y no lo digo por dármela de importante, más bien siento que es una tortura y a veces una maldición soportable, puede que merecida; no siento encajar en ninguna parte, ni con la gente loca, desadaptados, antisociales, o sea nada, obviamente no soy el tipo de chico que mueve masas ni obtiene los 1897700 “me gusta” en facebook.
Tal vez mi mente es extraterrestre. Uno se pregunta por qué no ser como los demás y mira que lo he intentado, pero sería un genocida si me entrego al esnobismo o a la repetición de barajitas, no soy como las personas a las que conozco pero tampoco me arrepiento de cómo soy, traicionaría la originalidad, no porque ser un bicho raro me enorgullezca, sino por cuestiones de derechos humanos, no todos debemos ser iguales y es duro luchar contra ese modelo de pensamiento.
Mi autoestima no me deja caer en la falsedad y es un irrespeto actuar como los demás sin serlo, es como eso que escuché una vez: “poser” que para mí es pendejada pero describe lo que quiero expresar, seguir a un grupo de gente para encajar no es lo mío.
Tampoco tengo el suficiente valor o confianza para ser independiente al universo, soy como soy, pero el precio de ser fiel a mis ideales y maneras de conducta es la soledad, indiscutible e innegable, está presente todos los días, incluso estando entre 100 personas a un centímetro de distancia, pues en ese centímetro está la soledad, y bien cruel que es, nadie puede acercarse a mí ni me deja acercar, o bueno, puede que sea yo quien se limita, o es ella, es mi soledad la que no quiere dejarme ir. Ella comprende mi importancia.
¿Por qué no me dejas ir sucia? La soledad también es posesiva, se adueña de quien se lo permite, lo peor es que soy inconsciente de cuándo la dejé apoderarse de mí, tal vez no fui yo, sino el rechazo de la sociedad, por mi estatus socio económico tal vez, porque ser clase media no es tan fácil en la vida, no eres pobre, la clase económica baja te rechaza por envidia y al no ser de la royal highness también eres rechazado por inferioridad, entonces cómo carajos encajar entre estos insensibles humanos ¿no se dan cuenta de que todos necesitamos algo de compañía? y no de esos idiotas que te agarran como juguete o payaso, sino alguien que te abrace y sea bueno contigo, amigos pues. No, no me gustan los animales, por eso estoy como estoy.
La amistad es un concepto que sólo he experimentado leyendo el diccionario, pero que jamás he podido palpar con mi cuerpo, en lo físico es desconocida para mí, no nos hemos encontrado en caso de que exista, tal vez soy yo quien no existe y estoy inmerso en el sueño de alguien.
Obviamente el amor se sitúa bien lejos de mi existencia, es tan difícil encontrarlo, al menos eso dicen todos los locutores de radio y escritores, excepto las películas de Disney, o sea ¿por qué no es posible experimentar lo querido? Mi consuelo es que no sufro por amor, sino por carencia del mismo.
Temo faltar a mi concepto de tímido y joven de nuevo siglo, de desarrollo mental, al mandar todo a la mierda y hablarle a alguien sin conocerle, pero a veces hacerle caso a lo racional y no a la bomba emocional te pone en mi situación, en el escalón previo al suicidio tal vez.
¿Puede alguien quitar mi soledad, darme algo de razones para hablar, para expresarme? Sí, es algo desesperado, estoy pidiendo un amigo o alguien que finja serlo por este medio, quiero sentir lo que es el afecto, dejar esta frialdad marcharse y darme cuenta de que el cambio es posible en mi mundo ForeverAlone, es burda de patético, pero quiero un amigo, que me acepte como soy, sé que es bastante pedir, sobre todo por mi personalidad tan abstracta y callada, soy muy reservado, pero precisamente porque no quiero ser herido, o sea ¿quién quiere? Soy cobarde y hasta ahora no me atrevo a dejarme consumir.



…Hurtblood…