No sé, otra noche me pasó,
es sorprendente, de veras, ¡el
arte el arte!
Es sorprendente. La música. No pude más que escuchar.
De pequeño entendí (si es que mis genes ya no lo sabían) que
se puede limpiar escuchando música y así
pasarla mejor, también mientras tomas
la ducha, mientras trotas, mientras vas en el autobús, mientras
pintas, mientras
compras el café, mientras lambes una chupeta, mientras lees, mientras defecas,
mientras encuentras la cura para el cáncer, mientras descubres el continente
perdido, en cualquier acción.
¡Pero esta noche!
Fue ésta. Esta noche me contuvo,
me regañó.
No pude más que escuchar. Sólo escuchar sin siquiera pensar.
Gracias
noche.
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Buena esa